El director general de Turismo de la Junta de Castilla y León, Javier Ramírez Utrilla, y la presidenta de la Junta pro Semana Santa, Isabel García Prieto, han inaugurado la exposición ‘PASSVS’ en la iglesia de La Encarnación, hoy convertida en sala de la Diputación Provincial, acompañados por el comisario de la exposición, José Ángel Rivera de las Heras; el obispo de la diócesis de Zamora, Gregorio Martínez Sacristán; la presidenta de la Diputación Provincial, Mayte Martín Pozo; y el primer teniente de alcalde, Antidio Fagúndez, además de diversos representantes institucionales y de distintas entidades colaboradoras con el congreso y de presidentes y miembros de las distintas cofradías de Zamora y de presidentes de juntas de cofradías de Salamanca, Valladolid, Astorga y Toro, entre otras.
La exposición de arte sacro medieval de la Diócesis de Zamora, que permanecerá abierta al público hasta el 24 de febrero, se inscribe en el marco del VII Congreso de Cofradías y Hermandades que organizan la Junta de Castilla y León y la Junta pro Semana Santa de Zamora y que se celebrará en Zamora del 21 al 24 de febrero.
Veintiséis obras de imaginería medieval de los estilos románico y gótico sobre la Pasión y Muerte de Cristo conforman la colección, procedentes de iglesias, santuarios, ermitas, conventos y monasterios del territorio diocesano de Zamora. Obras que, como apuntaba el comisario de la muestra, José Ángel Rivera de Las Heras, se caracterizan por su antigüedad y su sencillez, “a veces su candidez, y en muchos casos por ser las más veneradas por los fieles”.
La muestra lleva por título “PASSVS”, término latino que significa “padeció”, y que se contiene en el núcleo cristológico de la profesión de fe católica, tanto en la fórmula del credo apostólico como en la del credo niceno-constantinopolitano.
Realizadas entre los siglos XIII al XVI –algunas con casi 800 años de antigüedad- las veintiséis obras que se exhiben en la exposición son tres grupos escultóricos del Calvario (siglos XIII-XIV), del arciprestazgo de Sayago; quince imágenes de Cristo crucificado, de diversas iglesias, ermitas y monasteriales de la diócesis; dos grupos de la Piedad, y seis imágenes de Cristo yacente. Entre ellas figuran el Cristo de la Vega (siglo XIII) de Moralina, tardorrománica, y por tanto la más antigua de todas; el Santo Cristo del Valle (siglo XIV) de Madridanos, una de las más hermosas entre las de su tipo; el Cristo de las Aguas (siglo XIV) de Castroverde de Campos, que responde al modelo de los crucifijos góticos dolorosos o patéticos, y el Crucificado (siglo XVI) de Villafáfila, obra del célebre escultor palentino Alejo de Vahía. Y también -como obras excepcionales, ya que no abunda esta tipología- las imágenes de Cristo Yacente conservadas en el convento de Santa Clara y en las iglesias del Santo Sepulcro y de San Lázaro de la ciudad de Zamora, todas del siglo XIV. De la misma centuria son el Crucificado de Villalcampo, reconvertido en yacente al articular sus brazos, y que sirve de ejemplo para mostrar su uso en actos cultuales o ceremonias paralitúrgicas con las representaciones del descendimiento de la cruz y del entierro de Cristo el día de Viernes Santo, y el Cristo yacente del Obispado de Zamora, procedente de la desaparecida ermita del Santo Cristo de la Vega de la capital, mutilado y transformado en un Ecce Homo en época indeterminada.