Nuestra Semana Santa
La Semana Santa de Zamora constituye una manifestación religiosa y un fenómeno cultural de carácter excepcional, de enormes consecuencias sociales y económicas, que a su vez es un reflejo de la historia de la ciudad, pues cada período ha dejado su profunda huella; pudiendo ser considerada el paradigma de las Semanas de Pasión de la mitad norte de España.
Prueba de todo ello es que, en una ciudad de 65.000 habitantes, formen parte de sus cofradías un total de 34.830 personas, lo que representa el 53,5% de su población; y desfilen en sus procesiones entre 30.000 y 31.500 personas. A ese gran número hay que añadir las que participan en el traslado procesional popular del Nazareno de San Frontis y los niños que forman parte de la procesión de la Borriquita. Cifras sin parangón en ninguna otra Semana Santa de España, más si se tiene en cuenta que gran parte de las hermandades penitenciales tienen cerrado el ingreso de nuevos miembros y es necesario formar parte de una lista de espera, en la que hay que permanecer varios años, antes de poder ser admitido.
Igualmente, durante los días de Semana Santa, la ciudad multiplica su población por cuatro. Pues a los numerosos turistas se unen los zamoranos residentes fuera de la ciudad, que en esas fechas suelen regresar a Zamora de forma masiva.